Hermanito querido, ya han pasado diez años desde tu pérdida, te extraño mucho. Ocurrió, pues, que entraste a la muerte, siendo aún muy joven te fuiste a morir, en un suspiro se extinguió tu vida; entrados 6 días del segundo mes de la flor del rimu del año 2005 te fuiste al otro lado del mar, a la isla azul. Y entonces fue a brillar una estrella en el cielo, allá quedaste resplandeciendo para siempre, con tus ojos luminosos nos miras desde lo alto, nos iluminas, difunto amigo. Hasta la muerte te extrañaré, algún día, pues, todos nos volveremos a reunir. Ya no hay nada que podamos hacer cuando muere una persona, ya no tenemos nada que nos pueda consolar. Estoy aqui, pues, ahora sigo viviendo, nada más puedo hacer desde mi persona. De la tierra todos vinimos, y a ella todos volveremos, absolutamente todos nos volveremos tierra. Uno sólo es el destino de las almas.
mardi 12 mai 2015
Mijail Chacón Mijić (☥06/05/2005), ta ñi peñi em
Hermanito querido, ya han pasado diez años desde tu pérdida, te extraño mucho. Ocurrió, pues, que entraste a la muerte, siendo aún muy joven te fuiste a morir, en un suspiro se extinguió tu vida; entrados 6 días del segundo mes de la flor del rimu del año 2005 te fuiste al otro lado del mar, a la isla azul. Y entonces fue a brillar una estrella en el cielo, allá quedaste resplandeciendo para siempre, con tus ojos luminosos nos miras desde lo alto, nos iluminas, difunto amigo. Hasta la muerte te extrañaré, algún día, pues, todos nos volveremos a reunir. Ya no hay nada que podamos hacer cuando muere una persona, ya no tenemos nada que nos pueda consolar. Estoy aqui, pues, ahora sigo viviendo, nada más puedo hacer desde mi persona. De la tierra todos vinimos, y a ella todos volveremos, absolutamente todos nos volveremos tierra. Uno sólo es el destino de las almas.
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