Creo que esta carta merece una respuesta especial.
Señor, usted dice que no es partidario de cambiarle el nombre al cerro Santa Lucía. ¿Y usted cree que los habitantes del valle del Mapuchu (Santiago Prehispánico) eran partidarios de cambiarle el nombre al cerro Welen?, ¿o más bien los conquistadores le escribieron un nuevo nombre a sangre y espada?.
Nüfin feychi ad tüfa mew: http://www.elmercurio.com/blogs/2013/02/13/9240/Santiago-ayer-y-hoy.aspx
Su argumento central se basa en la falacia de que el Mapudungún le "debe" algo al Castellano. Vamos a empezar desde el inicio.
Usted mismo dice: "El idioma mapuche o mapudungún no tenía escritura". Tenía es un verbo en pretérito. La gente sigue insistiendo en que el Mapudungún es ágrafo, a pesar de que posee una tradición escrita que remonta al año 1606. Es cierto, en sus inicios el Mapudungún fue escrito bajo las normas ortográficas del Castellano, pero eso fue simplemente porque el Castellano era la lengua materna de sus primeros escribanos, los jesuitas que vinieron a evangelizar.
Pero ya han pasado más de 400 años, y el Mapudungún ha sufrido numerosas reformas ortográficas, al igual que el Castellano. Sólo para no extendernos tanto, diremos que las más relevantes fueron las que comenzaron con el padre Félix de Augusta de la tradición de los curas capuchinos, que a su vez dieron origen a las ortografías modernas, siendo las más aceptadas hasta ahora el Mapuche Unificado y el Raguileo. Es gracias a estas reformas que el Mapudungún ha logrado obtener normas ortográficas que se adaptan mejor a sus necesidades, desligándose de las complicaciones de la ortografía castellanista. No es nada en contra de esta última lengua, es simplemente que la fonética del Mapudungún es tan diferente de la del Castellano, que se vuelve imposible lograr una representación adecuada de la primera usando las reglas ortográficas de la segunda.
Pero a usted le molesta es que se escriba "Welen" y no "Huelén". Lo que usted está planteando es que el Castellano tiene todo el derecho del mundo a renovar su ortografía, ¿pero el Mapudungún no?. Si ni siquiera el mismo Castellano obedece a las reglas de ortografía del Castellano de 1500, ¿por qué debería hacerlo el Mapudungún?.
Si vuſted fueſſe un buen chriſtiano i defendieſſe la Sancta orthographía caſtellana con todas sus fuerças como dize, qual fiel fijo i vaſſallo de su ſcriptura, avría de dar el buen exemplo i eſcrevir deſta forma, pero imajino que no lo faze, ¿no?.
Si vuſted fueſſe un buen chriſtiano i defendieſſe la Sancta orthographía caſtellana con todas sus fuerças como dize, qual fiel fijo i vaſſallo de su ſcriptura, avría de dar el buen exemplo i eſcrevir deſta forma, pero imajino que no lo faze, ¿no?.
Pongámoslo claro. El Castellano le debe sus H y sus B –y muchas otras reglas ortográficas– al Latín. En una de las tantas reformas ortográficas del Castellano, se decidió restituir las B y V a las palabras según sus correspondientes raíces latinas, a pesar de que en el castellano hablado aquella diferencia nunca existió. Lo mismo para la H, pues ésta puede provenir de dos fuentes, ya sea de una palabra latina que la tenía, o de una palabra del Castellano antiguo que perdió una F inicial. Por algo se escribía avia y no había, fazer y no hacer. Por otro lado, los académicos del Castellano decidieron que la Q se usaría sólo delante de E y de I, jamás de A ni de O, y por eso ahora escribimos cuando en lugar de quando. El Castellano tuvo todo el derecho del mundo a reformar su ortografía, a meter bes que no existían, cambiar efes por haches, equis por jotas, deshacerse de las obsoletas Ç y ∫, y de adoptar la K, la Z y la Y, letras originalmente griegas. Pero claro, a usted le da pataleta porque el Mapudungún tiene la osadía de adoptar la W. Por favor...
Y para coronar la torta, saca el "gran" argumento de que en el diccionario de la RAE no encuentra palabras mapuches con W. Pues claro que no las encontrará y la razón es muy obvia: ¡que el diccionario de la RAE es un diccionario de Castellano, no de Mapudungún!. Si aparecen voces mapuches en dicho diccionario es simplemente porque se incorporaron al Castellano hace mucho tiempo, y como todas las palabras extranjeras adoptadas, ahora se escriben bajo las normas castellanas, de la misma forma que escribimos gol en lugar de goal, chalé en lugar de chalet, ortografía en lugar de orthographia, almohada en lugar de al-mujadda (¡y ni pensar en ὀρθογραφία o المخدة!). ¿Por qué no va a reclamarle a los ingleses, a los franceses, a los griegos y a los árabes?.
El Mapudungún no necesita ni la H, ni las tildes. El Mapudungún no necesita pedirle permiso al Castellano para adoptar las letras que se le dé la gana. El Mapudungún posee reglas ortográficas propias, adaptadas a sus propias necesidades. Pero, después de todo, creo que usted tiene la razón: en ningún caso el nombre del cerro debería escribirse Welén. Las reglas ortográficas del Mapudungún dicen que se escribe Welen.
El Cerro se llama Santa Lucia y Punto, vivimos en Chile no en Walmapu. Lamentable o no los pueblos indigenas que vivian en este territorio fueron finalmente conquistados y en parte gracias a eso es que estamos en Chile, y aun cuando existan influencias de los pueblos origi arios en la sociedad, la mayor parte de nuestra cultuta tiene fuertes influencias occidentales de europa y eso tambien merece valor en destacar. Por lo tanto no existe objeto alguno en colocarle al Cerro Santa Lucia un nombre que no tiene relación directa con la historia propia de nuestro pais Chile, sino con la historia de los puevlos que existian antes de Chile. Una cosa es respetar los pueblos originarios y otra muy distinta es caer en esta obsesion de glorificar a destajo a los pueblos indigenas, pasando a llevar todo nuestro legado y raices occidentales, las mismas raices que hoy nos tienen aqui.
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